Tres
centros penitenciarios pueden perder su servicio médico nocturno. La medida,
todavía en estudio, inquieta a unos facultativos que no podrán atender a los
pacientes de un modo competente.
Foto: Alberto Fernández Ruidíaz
Los turnos médicos
nocturnos, comúnmente conocidos como guardias, pueden dejar de existir en los
centros penitenciarios españoles, al menos en su formato actual. El Ministeriodel Interior, planea la implantación de un servicio de guardias localizadas por
el cual los médicos pernoctarán en sus viviendas. Por una menor retribución
económica, deberán estar permanentemente localizados y acudirán al centro sólo
cuando haya una urgencia.
La medida está
encaminada a generar unos menores costes fijos y solo afectará a los centros
con menor número de reclusos; así como a los de menor conflictividad. Son tres
los elegidos, uno de ellos es la prisión de Alcalá. Estas instalaciones acogen
dos prisiones independientes, una masculina y otra femenina; por ello, como
indica el subdirector médico, Pepe García Moreno, se puede optar por otras
soluciones como la de tener un médico compartido para los dos centros.
La propuesta tiene
claros contrasentidos. Como afirma García Moreno: “para acceder aquí nadie te
pide que uses tu coche, cómo te pueden obligar, hay un médico y un enfermero
que no conducen”. El centro está alejado del entorno urbano y durante la noche
será imposible llegar sin un vehículo. Además, parte del personal vive a
decenas de kilómetros del centro, lo que alargará los tiempos de llegada. Este
escenario se complica con los habituales problemas de congestión que sufre una
ciudad como Madrid. Hay que añadir los problemas cotidianos, como pueden ser quedarse dormido o tener un
problema con el teléfono. Los médicos creen que no se puede dar una atención
efectiva si no existe inmediatez y, en busca de la misma, pueden poner en
peligro su integridad física.
Otro de los puntos
controvertidos es el de la retribución por el servicio. Hay dos opciones: bajar
los honorarios por hora y pagar sólo por el tiempo empleado. Parece que la
segunda será la elegida. El cuerpo médico perderá un complemento importante de
su sueldo, que se añade a la consabida bajada de sueldos y supresión de pagas
al funcionariado.
Los problemas no terminan
aquí, la valoración del enfermo la realizará personal ajeno a la profesión.
Esta competencia recaerá, en principio, en los cuerpos de vigilancia, que no
sufrirán el recorte. Los facultativos temen un potencial abuso del servicio por
parte de las internas, ya que los hipotéticos responsables de su evaluación
carecen de los conocimientos necesarios para discernir entre algo urgente y una
simple molestia.
“Ha habido recortes
presupuestarios, no son los gastos corrientes los que se han recortado fundamentalmente,
sino el capítulo de inversiones. El centro puede mantener el mismo nivel de
atención médico farmacéutica”. Afirma el director de la prisión, Jesús Moreno.
Al cuestionarle por el tema de las guardias localizadas él responde con un
lacónico: “hasta el momento lo desconocemos”. La Secretaría General deInstituciones Penitenciarias también desconoce el caso o evita pronunciarse.
La controvertida medida
no tiene fecha de entrada en vigor pero los médicos consultados aseguran que la
intención de la Administración es que sea operativa a corto plazo. No hay
ninguna normativa que regule este tipo de situaciones, por lo que habrá que
desarrollar un marco regulatorio que determine las condiciones laborales. Conviene
recordar que las guardias son obligatorias por convenio, pero qué imperatividad
legal debiera tener una norma interna que vulnera el principio fundamental de
las mismas: la asistencia objetiva al enfermo. Se preguntan en Alcalá.
Por otra parte, las
pernoctaciones comportan un incentivo económico pero, una vez que desaparezca
esta motivación, es dudoso que el personal se ofrezca para completar las noches
que no le correspondan por convenio.
Los damnificados tachan
la medida como “una ocurrencia” y creen que no será tan fácil su inclusión pues
hay argumentos legales para anularla. La sanidad penitenciaria ya ha sufrido
ajustes en las partidas farmacéuticas y en las visitas semanales de los
especialistas médicos; por eso no está dispuesta a ceder más terreno ante los
equilibrios presupuestarios.
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