Mensajeros de la Paz recurre al récord Guinness con el fin de recoger alimentos para las familias españolas
La persona más rica, el bocadillo más grande o las
piernas más largas. Desde la primera edición de 'El libro Guinness de los
récords', en 1955, Guinness
World Records™ ha registrado hazañas de todo tipo. Algunas buscan el propio
reconocimiento. Otras, en cambio, tratan de ayudar a quienes lo necesitan. Con
el fin de apelar a la solidaridad de los madrileños y atender la situación de
necesidad que atraviesan numerosos hogares españoles, Mensajeros de la
Paz, a través de la campaña 'Alimentando
Corazones', invita a batir el récord de recogida de alimentos como reclamo para estimular la participación de los ciudadanos de Madrid.
Cartel de la campaña de recogida de alimentos, promovida por 'Alimentando Corazones'. / BEATRIZ RODRÍGUEZ
Una idea de dos voluntarias que no busca
batir el récord realmente. "Lo que queremos es recaudar alimentos para
repartirlos a las familias, el Guinness es una excusa", explica el
vicepresidente de Mensajeros de la Paz, Vicente Álvarez. Así lo ve también la directora
del Banco Solidario
y del comedor social de niños, Elena Alonso, quien habla de la iniciativa como "una
forma de enganchar". "Hablábamos de tantas toneladas, pero, realmente, lo que
pretendíamos era mover conciencias; que la gente participe y se dé cuenta de lo
que está pasando", añade.
La iniciativa ha servido también para motivar la participación del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid que, según Álvarez, "ha sido muy buena y ha habido colaboración en todo lo relativo a infraestructura, prestación de voluntarios, autorizaciones o licencias". El vicepresidente de Mensajeros de la Paz lleva proyectos internacionales y conoce la realidad de muchos países. "Casi todo el mundo niega que se pase hambre en su país, y en España no asumimos que la gente pase hambre". "Hemos retrocedido 20 o 30 años, donde ninguno pensábamos estar; pues ahí estamos", afirma Álvarez.
Las noticias difundidas en las últimas semanas (sirvan
como ejemplo 'El
bocadillo mágico: pan con pan', de El País; el reparto
de desayunos y meriendas en colegios para niños desfavorecidos en Andalucía;
o el estudio que ha detectado 3.000
casos de malnutrición en Cataluña) le dan la razón. "Tenemos unos políticos que lo siguen negando, imagino que porque temen perder votos; es muy difícil justificar que en un país del primer mundo se pase hambre, pero la realidad es que se pasa hambre", señala Álvarez.
La directora del Banco Solidario explica que cuando
comenzó, el año pasado, se pensaba en un espacio donde la gente pedía y dejaba
cosas en función de lo que necesitaba o podía dar. Sin embargo, con el paso del
tiempo "se convirtió más bien en un banco de alimentos, porque lo que la gente
pide es alimentos, fundamentalmente". "El problema lo tenemos aquí: en España, en pleno Madrid, en cualquier barrio de
Madrid; es impresionante la cantidad de peticiones de alimentos que hay". Alonso explica
que tanto el comedor de niños como otro comedor social que gestionan están llenos. "Yo creo
que es un poco lo que comentaba la gente al venir: si esto nos lo cuentan hace
cuatro años, cinco años, no sé si nos lo hubiéramos creído, pero es una
realidad", manifiesta.
Una realidad que se recoge en diversos estudios. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en España se situó en un 26,8% en 2012, una tasa ligeramente inferior a la de 2011 (27%), pero superior en casi cuatro puntos respecto de los datos de 2008 (22,9%). Esto supone un aumento de casi dos millones de personas en cuatro años, hasta superar los 12,8 millones de personas. Intermón Oxfam anuncia que esta cifra podría alcanzar los 18 millones en 2022.
La trabajadora social de la Dirección General de Inmigración, en la Consejería de Asuntos Sociales, Laura Pérez, cree que es muy necesaria esta iniciativa "a nivel personal y a nivel profesional". A través de la Consejería se ha desarrollado, recientemente, otra campaña para el Banco de Alimentos porque "se ha quedado sin alimentos". "Nadie se muere de hambre, pero sí se están pasando necesidades muy duras, incluso en familias de clase media; los comedores están llegando a todas las clases sociales, no solo a personas sin hogar", indica.
Una realidad que se recoge en diversos estudios. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en España se situó en un 26,8% en 2012, una tasa ligeramente inferior a la de 2011 (27%), pero superior en casi cuatro puntos respecto de los datos de 2008 (22,9%). Esto supone un aumento de casi dos millones de personas en cuatro años, hasta superar los 12,8 millones de personas. Intermón Oxfam anuncia que esta cifra podría alcanzar los 18 millones en 2022.
La trabajadora social de la Dirección General de Inmigración, en la Consejería de Asuntos Sociales, Laura Pérez, cree que es muy necesaria esta iniciativa "a nivel personal y a nivel profesional". A través de la Consejería se ha desarrollado, recientemente, otra campaña para el Banco de Alimentos porque "se ha quedado sin alimentos". "Nadie se muere de hambre, pero sí se están pasando necesidades muy duras, incluso en familias de clase media; los comedores están llegando a todas las clases sociales, no solo a personas sin hogar", indica.
Inicialmente, la iniciativa pretendía recaudar 255 toneladas entre los días 7, 8 y 9 de
junio, para superar un récord que creían que se encontraba en Maryland
(EE. UU), con poco más de 254 toneladas. Sin embargo, Álvarez comenta que Guinness World Records™ les comunicó
que era la primera vez que se hacía un evento de ese tipo y, por tanto, planteó
la posibilidad de ampliar la campaña hasta el 15 de junio y sumar todo lo que
se recogiera para el cómputo total. La cantidad recogida es un aspecto fundamental para registrar el récord, pero no tanto para Mensajeros de la Paz. La posibilidad de atender a quien lo necesita es más que suficiente para ellos.
¿Estimula la participación un reclamo de estas características? "La gente se está volcando y es una
maravilla cómo está resultando la campaña, ¡y damos fe de que se va a repartir!",
señala Pérez. Alonso también muestra su satisfacción: "para nosotros, se ha batido el récord más que de sobra; no nosotros, sino todo Madrid, ha sido
increíble".
Parte de los alimentos recogidos, ya clasificados y embalados, listos para ser trasladados. / BEATRIZ RODRÍGUEZ
La colaboración de varias empresas (Air Europa,
Tien21, Campofrío o Makro, entre otras) y fundaciones (la Fundación Cofares o
la Fundación del Atlético de Madrid) ha hecho posible que Mensajeros de la Paz
no tenga que asumir ningún coste como ONG, porque, en palabras de su
vicepresidente, "nos parecía frívolo dedicar dinero a la infraestructura". Alonso
considera que estas entidades han ayudado mucho, pero "la fuerza es
más grande en la gente". Incluso con la crisis. "Nosotros hemos notado que la gente se
involucra muchísimo más, se ha despertado la solidaridad de una manera
impresionante", concluye.
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