La participación en programas de voluntariado se considera un "punto muy favorable" en un proceso de selección
Más de medio millón de personas en paro en la Comunidad de Madrid pueden preguntarse si la participación en programas de voluntariado aumenta sus expectativas de empleo.
Más de medio millón de personas en paro en la Comunidad de Madrid pueden preguntarse si la participación en programas de voluntariado aumenta sus expectativas de empleo.
En mayo de 2012, la Plataforma del Voluntariado de España
detectó un
incremento de alrededor de un 20% en el número de personas que se interesaron
por colaborar con una organización de acción social; muchas de ellas en
situación de paro o mayores de 65 que disponen, por tanto, de más tiempo para
dedicar a los demás.
La coordinadora del equipo técnico de la Plataforma de Entidades de Voluntariado de la
Comunidad de Madrid (FEVOCAM), Laura García, señala que desde el
voluntariado se adquieren “habilidades de comunicación, de trabajo en equipo,
empatía y una sensibilidad determinada, que son cualidades bien deseables”.
Pero advierte que “el voluntariado es mucho más que eso y, cuando lo reducimos
a generar un buen currículum, caemos en una visión individualista”.
Según el estudio
sobre el impacto de la educación no formal en la empleabilidad de la juventud,
desarrollado por el Consejo de la Juventud de España, el 75% de los
participantes en el Servicio Europeo de Voluntariado dicen que esta experiencia
mejora sus perspectivas de empleo. Por su parte, el Instituto Aragonés de la
Juventud, en colaboración con la Universidad de Zaragoza, está realizando un estudio
para medir cualitativa y cuantitativamente el grado de relación existente
entre voluntariado y empleabilidad.
En la Comunidad de Madrid aún no se ha desarrollado un
estudio de estas características, pero sí existen opiniones al respecto. El
consultor y responsable de voluntariado de la Fundación Adecco, Carlos Pérez,
admite una tendencia generalizada en empresas, portales de empleo y entidades
que buscan perfiles laborales por saber si una persona tiene experiencia en
voluntariado. “Creemos que no solo la formación y la experiencia son importantes
para esas empresas, sino que necesitan ver a la persona como un todo”, añade.
Sin embargo, tanto él como la responsable de comunicación de la Fundación
Adecco, Irene Gil, coinciden en que la participación en programas de
voluntariado no garantiza un puesto de trabajo.
Gil señala algunas de las cualidades que se desarrollan a
través del voluntariado: flexibilidad, dinamismo, polivalencia. “Es muy
importante ser flexible ahora mismo, porque el mercado laboral lo es. Ahora las
empresas no buscan un perfil concreto para hacer una tarea específica, sino una
persona que pueda desarrollar una labor hoy y estar preparada y predispuesta
para la que puedan encargarle mañana”. También es muy importante la actitud.
“Es cierto que las aptitudes son esenciales para el puesto de trabajo, pero
tienen que ir acompañadas siempre de la actitud personal, porque es lo que nos
va a diferenciar. Personas con nuestra formación va a haber 200.000, personas
que tienen el mismo máster, la misma carrera y la misma preparación va a haber
muchas; pero, al final, lo que te diferencia es tu actitud personal, cómo vayas
a una entrevista de trabajo y la ilusión que proyectes al entrevistador. Eso va
a ser lo que determine que un entrevistador se decante por ti o por el de al
lado”.
Aunque no se puede afirmar que la participación en programas
de voluntariado suponga encontrar trabajo, Pérez advierte que es un “punto muy
favorable a la hora de realizar un proceso de selección. En una entrevista es
muy importante, aparte de comentar qué se ha estudiado o en qué se ha
trabajado, que se ha hecho labor de voluntariado, con quién, cómo y cuáles son
las competencias que ese voluntariado le ha dado”.
Carlos Pérez considera que “beneficia más a personas
mayores, que pueden aprender a ver la vida de otra manera y a hacerse muchísimo
más flexibles de lo que eran”. Las personas mayores de 45 años son uno de los
colectivos en los que la Fundación
Adecco centra sus esfuerzos. “Las mayores dificultades que encuentran las
personas que están buscando trabajo a través de nuestra Fundación son los
prejuicios y los estereotipos de las empresas. Hay gente que, por una razón u
otra, piensa que una persona con más de 45 años ya no va a ser rentable para su
empresa o piensa que una persona con discapacidad no va a ser rentable para su
empresa”.
En este sentido, “participar en voluntariado no solo
beneficia a jóvenes, sino que beneficia a toda persona que participe en dicha
actividad. Y no solo en un aspecto laboral, sino en todos los aspectos de la
vida. Potencia una serie de competencias en la persona que son aplicables a
todos los aspectos y yo creo que eso es beneficioso para todo el mundo”.
En cuanto al futuro, “creemos que con el paso de los años y
con la evolución de la sociedad, todas las empresas al final van a tener muy en
cuenta que el trabajador no solo sea un cerebro que ha estudiado ciertas
materias o unas manos que han hecho ciertas actividades, sino que buscarán algo
más allá: alguien multidisciplinar que ha hecho, entre otras cosas,
voluntariado”, señala Pérez.
Con independencia de la relación entre voluntariado y
empleabilidad, Laura García mantiene que “el voluntariado es un aprendizaje
vital, supone un crecimiento y un desarrollo personal. Es comprometerte con el
mundo en el que estás”.
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