No corren buenos tiempos para
cualquier tipo de empresa, asociación, organización ni en general para el
conjunto de la sociedad española. Un ejemplo de ello son los clubes y
asociaciones deportivas de cada día mueven a cientos de miles de personas en
todo el territorio y que forman un entramado importante en el sistema que
conocemos.
Cansados estamos de ver a equipos
de fútbol de primera fila hablar de concursos de acreedores, ampliaciones de
capital, posibles desapariciones…incluso alguna desaparición o salvación en el
último momento de instituciones históricas.
Pero ellos solo son la punta de una
pirámide que la sostienen los clubes y deportistas anónimos que en cada rincón
de España se esfuerzan cada día para sobrevivir sin las luces ni las
posibilidades de la élite. Gente que se dedica a su práctica deportiva como
pasión y que no vive de su trabajo y esfuerzo desinteresado.
Un ejemplo de ello es el club de
baloncesto Grupo76 Al-Kasar de Alcázar de San Juan, Ciudad Real. Un club que
fomenta la práctica del baloncesto desde hace cuatro décadas y que en tiempos
de crisis mantiene toda su estructura, consolidada desde hace años como una de las
más importantes de Castilla La Mancha. En los últimos años ha mantenido todos
sus equipos incluso se las ha ingeniado para promover actividades y movimientos
que le permitan seguir desarrollando su función. Una dedicación que aglutina a
casi dos centenares de personas que todas las semanas realizan su actividad
física y compiten llevando el nombre del club y de la ciudad por toda la región
incluso por todo el país.
En el curso en el que nos
encontramos, el club alcazareño mantiene 11 equipos en competición, cinco
femeninos y seis masculinos, lo que conlleva un importante gasto económico en
cuanto a materiales, instalaciones, viajes, fichas y demás.
Según cuenta su director deportivo
Javier Úbeda, los entrenadores del club “no cobran nada, incluso ponen dinero
para desplazamientos en coche o para el uso de teléfono móvil” Una situación
que puede parecer muy loable pero que en palabras del responsable deportivo no
es del todo positiva: “El no cobrar es un problema a la hora de exigir, porque
aunque es verdad que tenemos entrenadores muy comprometidos, al final la gente
se cansa y lo único que podemos hacer es agradecer su trabajo”. De hecho, Úbeda
considera que la situación irá a peor: “cada vez quedan menos sitios como
nosotros y yo creo que debemos actualizarnos o moriremos”
Un ejemplo de otros equipos
distintos nos lleva hasta la localidad vecina de Campo de Criptana, con la
mitad de población y donde cada monitor cobra 120 euros al mes por su trabajo.
Si nos vamos a capitales importantes como Madrid, la remuneración de cada
entrenador no baja de los 200 euros mensuales.
Es chocante que un club modesto
pero con tanta gente participando en él no sea capaz de generar unos ingresos
que puedan por lo menos incentivar a los monitores.
El presupuesto de esta temporada es de sesenta
mil euros, de los cuales una tercera parte proviene de subvenciones, otra de
las cuotas de cada jugador (100 euros anuales), lotería, rifas y una última
parte de aportaciones de empresas privadas.
Uno de los temas más comprometidos
para el club en los últimos años ha sido la puesta en marcha de una cuota de
inscripción para los jugadores. Javier Úbeda tiene claro que “somos un club
pero no podemos ser una ONG y en Alcázar o mejor dicho en el baloncesto de
Alcázar no estábamos acostumbrados a pagar por recibir clases de baloncesto y
desde hace tres años se está haciendo”
Sin embargo el presidente de la
entidad Alfonso Arraez considera “primordial” el mantenimiento de todos los
equipos pese a la crisis: “mantenemos a nuestros 11 equipos y debemos seguir
haciendo”, “a lo largo de nuestra historia siempre hemos vivido con economía de
crisis por lo que esto no debe hacernos plantear una reducción de equipos”.
Pero la economía manda y el club va
a tener problemas para terminar la temporada. Su máximo responsable explica que
“las subvenciones públicas llevan un par de años disminuyendo y la excusa de la
crisis también es acogida por empresas privadas para darnos menos dinero, pero
nosotros debemos continuar a sacar el año como podamos”.
Desde luego por ilusión, trabajo,
sacrificio y constancia no será. También por experiencia ya que durante 37 años
el club ha permanecido en lo más alto del deporte regional y de momento tiene
intención de seguir haciéndolo.
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