La pequeña pantalla: la nueva y gran alternativa.

8 ene 2013


El hecho de que se trate de uno de los trampolines más destacados en el mundo de la interpretación hace que las educaciones de arte dramático cada vez orienten más sus clases a la salida profesional de la televisión. 

El paso del tiempo ha hecho mella en las enseñanzas de ante dramático en España. Si bien antes los profesores se encargaban única y exclusivamente de dirigirlas hacia la interpretación teatral, hoy en día deben hacerlo con unas vistas más amplias, no sólo el teatro o el cine deben tener cabida en los programas académicos, sino también la televisión.

En los últimos años el mundo del espectáculo televisivo se ha convertido en una de las principales salidas laborales para los jóvenes que terminan sus estudios dramáticos y que ven como este mundo se presenta como una gran alternativa que de impulso a sus posibles carreras.
RESAD / foto: www.resad.com
Como es sabido, en las últimas décadas la televisión ha experimentado un auge de audiencia más que notable. Se ha convertido en el principal medio de comunicación para la inmensa mayoría de la gente y es la nueva chimenea ante la cual los diferentes miembros de la familia se sientan a hablar o a, simplemente, ver su programación.
Las películas, programas y, sobretodo, series que en la parrilla televisiva se pueden observar han cobrado una gran relevancia social, al punto que muchas de ellas son temas de conversación o, incluso, de análisis en otros campos de estudio.
El auge de las series en la televisión ha sido tal que en los últimos años muchas son las que han conseguido ‘sentar’ a miles de personas a una hora determinada en el sofá frente a la tele. Por ello es que los centros y escuelas de enseñanzas artísticas se han percatado de su valor, ya no sólo como un nuevo sitio donde poder interpretar, sino como una salida aboral que pueda dar impulso a futuras grandes carreras.
En Madrid se encuentra la más antigua de las escuelas dedicadas a las enseñanzas dramáticas, la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD). Actualmente su director es Ángel Martínez Roger, quien afirma que el camino a seguir en este sentido es largo y que debe hacerse poco a poco, pues es algo “muy nuevo” en estas enseñanzas.
Interpretación de los alumnos de la RESAD / Foto: www.resad.com
En el día a día no se ve mucha diferencia en la enseñanzas de primero que llevan a cabo alumnos como Óscar Rodríguez. Desde Galicia vino a Madrid para poder cumplir uno de sus sueños, estudiar arte dramático para poder interpretar profesionalmente en un futuro. Óscar no tiene pensado dedicarse al mundo de la televisión en el futuro, pero sí tiene claro que si ello puede ayudarle a coger impulso y lograr sus metas, por qué no intentarlo. “Poco a poco nos van introduciendo nociones de interpretación aplicadas al mundo del espectáculo. Nos hacen ver que, aunque nos guste menos, es una salida laboral muy válida que de impulso a nuestras carreras”, afirma Óscar Rodríguez.

Es cierto que la inmensa mayoría de los alumnos de la RESAD no aspira a trabajar en el mundo de a televisión, sus miras apuntan más alto: teatro, musicales o la gran pantalla, el cine. Todos tienen el sueño de poder interpretar un papel que concuerde con sus ideas, sus sueños y sus aspiraciones, aunque todos tienen claro que si para ello deben hacer una escala, la harán. Otro de los alumnos de la escuela madrileña y representante de los alumnos, Gonzalo Azcona, asegura que en el mundo del espectáculo, como en la vida, no se deben cerrar puertas. “Uno debe estar siempre dispuesto a explorar nuevos horizontes, aunque esos no sean los que uno quiere tener continuamente en su vida laboral. Para crecer hay que ir peldaño a peldaño”, asegura.

Escala televisiva: nada nuevo y nada malo.

Todos tienen claro que no llegarán directamente a las obras más importantes ni a las alfombras rojas más glamorosas. Todos saben que si quieren llegar a sus metas deben trabajar duro y aprovechar cada oportunidad. Hoy en día la televisión brinda una nueva salida laboral a la que ni se debe ni se puede negar una oportunidad. Muchos son los actores y actrices que, empezando por la ‘pequeña pantalla’ han llegado a interpretar grandes papeles en el teatro o en el cine.
Will Smith / Foto de archivo
De hecho, si nos detenemos un momento se podrá ver como el hecho de que las escuelas de arte dramático inculquen a sus pupilos aprendizajes encaminados a que la televisión sea un trampolín, no está nada mal. Si se observan algunos ejemplos se puede ver cómo muchos actores hoy en día conocidos pasaron por los hogares de la gente antes que por las grandes salas de cine.
Si nos distanciamos de España se pueden destacar dos casos muy conocidos. En primer lugar está Will Smith, quién se interpretó a sí mismo en la conocida serie ‘El Príncipe de Bel-Air’ para luego dar un gran salto al mundo cinematográfico y encarnar grandes papeles en películas como ‘Ali’ (que le supuso una nominación al Oscar de mejor actor), ‘Soy Leyenda’, ‘Siete almas’ o ‘En busca de la felicidad’.
En segundo lugar está GeorgeClooney, el cual empezó trabajando en la serie televisiva ‘Urgencias’ para luego alcanzar el éxito total como actor y director en películas como ‘Ocean’s Eleven’ (y siguientes), ‘Up in the air’ o ‘Michael Clayton’ (nominado al Oscar a mejor actor en las dos últimas’.
Sin embargo, a pesar de ser estos dos ejemplos de un nivel superior, en España también existen grandes, buenos y claros ejemplos de actores y actrices que vieron en la televisión un ‘pasaporte’ a sus sueños. Entre los casos más destacados están Mario Casas (protagonista de series como ‘Los Hombres de Paco’ o ‘El Barco’ y que ha saltado con éxito a la gran pantalla con películas como ‘Grupo 7’ o ‘Fuga de cerebros’), Isabel Aboy (interpretó con éxito un papel en la famosa serie ‘Médico de familia’ y posteriormente dio el salto al teatro) o Amaia Salamanca (quien tuvo uno de los papeles más conocidos de la televisión actual en la serie ‘Sin tetas no hay paraíso’ y que ha realizado varias películas como ‘XP3D’ o ‘Fuga de cerebros’).

Blanca Portillo / Foto: absolutmérida
“En la RESAD hay varios ejemplos de grandes actores y actrices que han hecho de la pequeña pantalla su catapulta para llegar alto. No siempre uno tiene la suerte de empezar en una gran obra o un film relevante. Hay que ir con calma y sabiendo usar las armas de un buen intérprete”, sentencia uno de los profesores de la escuela. Y es que, de hecho, actores como Eduardo Noriega, Blanca Portillo o Natalia Verveke estudiaron en la RESAD, pasaron a la televisión y de ahí siguieron forjando sus carreras en el teatro o el cine.

La moraleja en este sentido es que hay que saber aprovechar las oportunidades que llegan. Hay que ser inconformistas y si la televisión proporciona a los futuros artistas un medio por el cual cumplir sus sueños, por qué no trabajar en él. A fin de cuentas, si tomas mucho y buen impulso puedes llegar muy lejos sin importar donde empieces.

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