Juan Carlos Peinado es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ha realizar varios cursos de Doctorado en varias universidades y lleva 20 años ejerciendo como magistrado en el Juzgado de Ejecuciones Penales número 7 de Madrid. Al llevar tanto tiempo ejerciendo como juez conoce perfectamente los inconvenientes que provocan los recortes en la justicia de Madrid.
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| Juzgados de 1ª Instancia de Madrid Foto: Eva Paniagua Cantero |
P: ¿Cómo es el trabajo de un juez a día de hoy?
R: Depende mucho de la jurisdicción y del destino concreto, es decir, en función del tipo de jurisdicción se requiere una mayor o menor especialización; y en función del destino concreto, requiere una mayor dedicación. Si bien en todos los casos, dada la ratio de trabajo que hay, entre el volumen de asuntos que tiene que resolver y el número de jueces que somos en España es bastante deplorable porque ocupa un lugar bastante bajo dentro de la ratio europea como es de dominio público y en cualquier caso requiere la dedicación muy intensa, no solamente durante las horas de audiencia, sino también en el propio domicilio y fuera de las horas de audiencia, con independencia de que se este en juzgados en los que haya que hacer guardias u otro tipo de señalamientos que queden al margen de las horas de audiencia, aunque lo sobrepase.
P: ¿Un juez a día de hoy tiene los medios necesarios para poder desarrollar su función correctamente?
R: La verdad es que en los últimos 15 años ha evolucionado favorablemente los medios de carácter material que se han puesto a disposición de los jueces, en concreto, cuando yo me incorpore a la carrera judicial y no digamos antes, no había ni un solo ordenador en los ordenes judiciales, incluso en algunos se seguía utilizando el papel de carboncillo, maquinas de escribir y eso sí que ha experimentado una evolución importante favorable. Sin embargo los medios personales siguen siendo escasos, sin perjuicio de que ya sí que se observa con bastante escrupulosidad el cumplimiento de los horarios por parte de los funcionarios, pero los medios personales, en concreto el número de jueces, que era a lo que me refería antes, dista mucho de ser el adecuado.
P: ¿Qué medios incorporaría a los medios personales?
R: Fundamentalmente medios personales, sin perjuicio de que también se pueden hacer algunas correcciones como la implantación en algunas jurisdicciones como ya se esta haciendo a modo de experiencia piloto en la Audiencia Nacional
P: ¿Qué suprimiría en la Administración Judicial?
R: Yo creo que se podría implantar un modelo más similar al sajón, que no al anglosajón, en cuanto a la posibilidad de que se redujeran muchísimo los plazos sin que ello tenga que conllevar necesariamente la pérdida de garantías de los justiciables.
P: Se habla mucho de la dilación procesal que hay ¿a qué cree que es debida esa situación?
R: Precisamente por el exceso de plazos para la concesión de garantías, es decir, la modificación de un sistema procesal que sin cercenar ni un ápice las garantías de los justiciables, permita mucho más agilizar el procedimiento haría que se disminuyeran algunas de las dilaciones, otras van a ser consustanciales a la escasez de medios que comentábamos antes.
P. ¿Cree que los recortes en la justicia pueden afectar a dicha dilación procesal?
R. Claro, precisamente es consecuencia de lo que estábamos comentando, si se siguen haciendo recortes, tanto en el ámbito de los medios personales, como en algunos materiales, ineludiblemente tiene que ir más lenta la tramitación de los procedimientos y los expedientes, consecuentemente se van a producir dilaciones y no van a tener el carácter de indebidas, sino que van a ser consecuencia de la escasez de medios o la no aplicación de los que van siendo necesarios.
P. ¿Cómo han afectado los recortes a este sector?
R. A nada más, los recortes afectan en general a la tramitación de los expedientes. En un órgano de las características de éste en el último año han sido trasladados a instancia de ellos varios funcionarios, no han sido cubiertas estas plazas. Por otra parte en lo que va de trimestre ya han sido incoados 726 procedimientos, lo que se convierte en aproximadamente 3000 asuntos en un año.
P. ¿Cree usted que se producirán más recortes?
R. Sí, porque además del surgimiento del insistente rumor sobre los mismos, todo apunta a la necesidad de que aparezcan más recortes.
P. ¿Cómo cree que va a evolucionar esta situación?
R. Negativamente, ya que la realidad es que en este último año no se ha creado ningún órgano judicial y sin embargo el volumen de asuntos sigue creciendo a pesar de lo que pueda incidir en eso la famosa Ley de Tasas Judiciales.
P. Dentro de los profesionales del derecho, ¿a quienes personalmente han afectado en mayor grado estos recortes?
R. A los de la Administración de Justicia, también afecta a los profesionales liberales, abogados y procuradores, pero sobre todo más a los que están al lado de la administración pura y dura, es decir, jueces, fiscales, secretarios, funcionarios.
P. ¿Cómo piensa que se podría recaudar dinero sin llevar a cabo tantos recortes?
R. Los recortes no se hacen para recaudar dinero, se realizan para no gastar dinero, es un concepto diferente, es para dejar de gastar. Las tasas son la implantación de una figura tributaria, dentro de la figura tributaria que están los impuestos, las tasas y las contribuciones, especiales, están las tasas, pero es una figura tributaria, no es un recorte. Un recorte es dejar de aplicar gastos para un concepto, dejar de incrementar el gasto o reducir el gasto.
P. Si pudiese pedir, ¿dónde cree que necesita más ayuda la Administración de Justicia?
R. Desde mi punto de vista, creando más órganos jurisdiccionales y aumentando las plantillas de todos los cuerpos, jueces, fiscales, secretarios, gestores, tramitadores y de auxilio judicial.
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