“Estamos convencidos de que la gente puede cambiar”

9 ene 2013


Javier Nistal / subdirector de régimen de la Secretaría General

Foto: Alberto Fernández Ruidíaz. El libro retratado es un regalo que Javier Nistal  me hizo tras la entrevista.
                                                           
 
Las prisiones son un mal necesario dentro de una comunidad. Imponen respeto y dan la impresión de ser opacos núcleos en los que el poder esconde a los delincuentes.  Pocos conocen el medio como Javier Nistal (León, 1960) quien diserta sobre una institución más humana de lo previsible. Licenciado en Derecho y diplomado en Criminología, afirma estar convencido de su labor, a la que califica como: “Vocacional y bonita”. Siempre ligado al mundo penitenciario, ha tenido tiempo para explorar otros campos como la docencia o la escritura. Gran viajero, no ha dudado en asesorar a países tan dispares como Polonia o México en el ámbito penitenciario. Nos cuenta como lidian desde arriba con las dificultades sobrevenidas; pero no se olvida de los voluntarios y trabajadores que mantienen esta labor social a veces muy complicada y desalentadora.


Pregunta.  ¿Por qué Instituciones Penitenciarias es el niño autista y retraído de las entidades  estatales?
Respuesta. Existe cierto desconocimiento del ámbito penitenciario porque es una realidad ajena a la actividad general. Uno se acuerda de la cárcel cuando va algún familiar o una persona cercana.  A pesar de todo, las cárceles forman parte del contexto social y, por ello, trabajamos con mil y pico ONG. Lo que se vislumbra es que la sociedad está implicada en el tema de la prisión.
P. Es una institución complicada por el riesgo que comportan sus beneficiarios.  ¿Se tocarán partidas estructurales como puede ser personal?
R. En esa afectación estamos implicados todos. La institución penitenciaria, como el resto de las administraciones, va a tener las mismas limitaciones. Este año no habido oferta de empleo, posiblemente el próximo año tampoco la haya. Estas limitaciones son las generales de la Administración.
P. Hay menos talleres de tratamiento, pedagógicos y laborales. ¿Cómo se está trabajando en este apartado básico?
R. Yo no sé si hay una disminución de la aportación.
P. Hay algunos servicios que se dan en las prisiones que podríamos considerar un lujo. ¿Cómo podemos explicar que a los presos se les proporcionen gafas, implantes dentales o escapadas lúdicas?
R. Es una especie de exigencia que la persona que está privada de libertad está exclusivamente privada de libertad y no de todos los demás derechos. Nuestro sistema penitenciario es un sistema muy garantista y entiende que el que está cumpliendo condena mantiene los derechos de cualquier ciudadano libre, entre ellos los derechos fundamentales. Es un modelo que da unos resultados muy positivos.
P. En estos momentos en los que hay gente que no puede permitírselo, llama la atención que ocurran estas cosas en prisión. ¿Cuál es su fundamento?
R. Son personas que están tuteladas por la Administración. La Institución les tiene que dar esas prestaciones  básicas a las que, de alguna manera, tienen derecho por ser personas.
P.Buena respuesta. Cuando dependes de alguien, esa persona tiene que tratarte bien.
R.Tiene que tratarte bien.
P. ¿Cuánto le cuesta un preso al país?
R. En términos económicos, la cifra que nosotros barajamos es, una cifra indicativa de dividir el presupuesto que tiene la Secretaría General por el número de reclusos. Ese porcentaje nos sale exactamente a 54´79 euros diarios. Unos veinte mil euros al año. Ahí no va metido el coste de un centro penitenciario y la amortización que habría que llevar a cabo, pero bueno, son cifras muy difíciles de interpretar.
P. ¿Considera que el gasto en los internos ha sido exagerado o es exagerado?
R. Es difícil, para las prestaciones que tienen los reclusos yo entiendo que es razonable.
P. ¿Cómo recibe Instituciones Penitenciarias la revolucionaria reforma del Código Penal?
R. Los códigos penales en estos últimos años han sufrido reformas enfocadas a un aumento de la carga punitiva. La que se aventura, está en este momento en Proyecto de Ley, introduce dos novedades importantes: la llamada pena permanente revisable y una medida de seguridad que se llama custodia de seguridad. Va a suponer que las penas tengan mayor carga punitiva, pero no modifica el modelo de ejecución penal. Mientras no exista una reforma de la Ley Penitenciaria, el sistema de ejecución penal no se ve especialmente afectado por las reformas penales.
P. ¿Existe o podría existir sobrepoblación debido a estas medidas?
R. Es una idea que normalmente se traslada en las noticias, me alegro de que me hagas esta pregunta para poder explicarlo. Las reformas penales que podrían llevar a esa  ecuación de aumentar el internamiento en prisión y alargar la condena, se ven de alguna manera compensadas por un régimen penitenciario que prima el objetivo resocializador. Esto hace que lo que pudiera incrementar el Código Penal lo puede disminuir la ejecución de la pena. La población penitenciaria en España está por debajo de los setenta mil reclusos. Estamos en unos niveles de ocupación que están por debajo de los de la media de la UE. A pesar de la crisis económica, este año estamos viendo una rebaja de población significativa.
 P. ¿Existe un trasvase de presos desde el sistema cerrado al sistema de medidas alternativas?
R. Tendría su encaje en delitos menos graves. Las alternativas a la privación de libertad han tenido un incremento significativo en los últimos años. Estamos hablando en torno a doscientas mil sentencias. Para los que tienen que entrar en prisión de forma inevitable, se trata de derivar a los que están en un proceso de resocialización más avanzado al medio abierto, para que cumplan la pena en unas circunstancias de semi libertad. Tenemos unos 2000 que pernoctan en sus domicilios gracias a las pulseras telemáticas.
 P. Los colectivos inmigrante y drogodependiente han bajado, ¿a qué debemos este retroceso?
R. Están viniendo menos inmigrantes por la crisis. Cuando se dice “no hay mal que por bien no venga”, muchas veces es verdad. Ha disminuido considerablemente la población reclusa, pero ha sido por una reforma que se hizo en la Ley 5/2010 de cara a reducir la penalidad en los delitos de tráfico de drogas, que es el que tiene una incidencia mayor. Se podría pensar que esta población podría reincidir, pero no es así.
Los delitos sexuales y delitos de género han sido tratados con gran éxito, ¿cuál es la línea a seguir?
Mantener esos programas de tratamiento que no solamente son esos. Son veintitantos los programas específicos, en ese sentido.
Me podría dar un fundamento breve de la reinserción
El objetivo principal de la pena en España, es la reeducación y la reinserción. Son conceptos diferentes. La reeducación tiene como objetivo prioritario suplir las carencias con las que el interno ingresa en prisión. No hay que confundirlo con la reinserción, que es la posibilidad de que una persona se reinserte en el medio libre sin tener que volver a incidir en actividades delictivas. Las prisiones están para lo que están, reinsertar a una persona en una prisión es como enseñarle a nadar a uno en una piscina que no tiene agua,  ese no es su hábitat, el allí está de paso.
P. ¿Cómo puede influir la pérdida de recursos de las ONG?
R.  Este tercer sector complementa a  la prisión. El recluso tiene dentro de la cárcel una cobertura suficiente pero  fuera de ella pierde esa tutela. Es ahí donde las organizaciones tienen mayor encaje. Las subvenciones quizás sí se vean mermadas, aunque en el 0´5 del IRPF ha supuesto una reducción mínima.
P. ¿Consideraría peligroso que prescindiéramos de las ONG y la función que realizan para reintegrar personas a la sociedad?
R. Es como todo, las necesidades son muchas y los medios son pocos. Lo ideal sería que las ONG sean ese soporte en el ámbito exterior del recluso. Yo tengo la confianza de que se va a poder seguir colaborando, de alguna manera con menos medios pero con más imaginación.
P. La armonización asistencial de Instituciones Penitenciarias podría ser un modelo para el exterior. ¿Por qué parece que estos programas no llegan de igual manera a la ciudadanía?
R. Todas estas organizaciones con las que trabajamos también tienen programas externos, no solo trabajan en prisión.
P. Considera que se realiza un trabajo positivo y dinámico
R. Se trabaja mucho y bien. Tiene un añadido por lo que se refiere al personal que trabaja, que es gente vocacional. Pocas instituciones pueden presumir, es un mundo que engancha. Ese hecho de tratar con personas y no con papeles te hace que sea especialmente sensible. Estamos convencidos de que la gente puede cambiar, el que entra en prisión entra por ciertas dificultades que si nosotros hubiésemos tenido que pasar por ellas, quizás hubiéramos acabado en el mismo sitio.
P. ¿Es gratificante su profesión?
R. Te llevas muchos sinsabores, porque aquellos por los que has estado dando la cara salen y vuelven otra vez. Aún así seguimos al pie del cañón.








0 comentarios:

Publicar un comentario

 
seis preguntas © 2011 | Designed by RumahDijual, in collaboration with Online Casino, Uncharted 3 and MW3 Forum