Las intenciones del Real Club de la Puerta de Hierro de construir un nuevo campo de golf en sus instalaciones ha puesto en movimiento a las asociaciones Grama y Ecologistas en Acción. Denuncian lo que a sus ojos terminarán siendo daños contra el medio ambiente: nueve hoyos que supondrán la tala de 841 árboles. A esperas de una respuesta de la Consejería de Medio Ambiente, los activistas esperan poder parar este proyecto.
La mayoría de los árboles a talar son pinos piñeros, aunque también se talarán especies como el pinus nigra, cuprisaceas y otros árboles frutales. Como el proyecto está sometido a la ley de 2005 de protección y fomento del arbolado urbano de la Comunidad de Madrid, se deberían de plantar más de 26.000 ejemplares. El número propuesto por el club es de 3.445.
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| Campo de Golf. Andrés González Menéndez |
El portavoz de la asociación GRAMA, Raúl Urquiaga, explica que si se tuviese que cortar un árbol de más de 10 años “habría que reemplazarlo con un ejemplar adulto de la misma especie por tantos años que tenga el árbol talado”. Además, recalca la inviabilidad del proyecto dado que “en toda la finca de Buenavista, la que usa el Real Club de la Puerta de Hierro, no tienen espacio para plantar esos árboles”.
Para los ecologistas, otro punto a destacar es el uso de productos fitosanitarios para la construcción del campo de golf. Son sustancias destinadas a prevenir los daños provocados por insectos, roedores, hongos u otras formas de vida animal y vegetal. Si bien desde el Real Club de la Puerta de Hierro se asegura que son de baja peligrosidad, desde Ecologistas en Acción se advierte de lo tóxicos que son para el medio ambiente y se apunta a posibles efectos cancerígenos para las personas.
Otra denuncia del proyecto es la utilización de terreno de carácter de Patrimonio Nacional. “Es algo que no sabíamos”, reconoce Urquiaga. “Toda la instalación del club son terrenos que forman parte del patrimonio nacional. Son parcelas que han de tener uso público. Cualquier actividad, aunque sea deportiva, tiene que tener un carácter público. El Real Club de la Puerta de Hierro es uno de los clubes más exclusivos que existen en España. Es imposible que una persona que no sea socia pueda entrar”, sentencia.
Para ellos, este caso es una muestra más de la actitud positiva de la Comunidad de Madrid ante la proliferación de campos de golf. “Estamos viendo que es una actividad protegida, amparada y fomentada por las autoridades locales y por la propia localidad de Madrid”, comenta Urquiaga. Para él, los gastos que conllevan la actual concentración de campos de golf en Madrid es inasumible. “En unas condiciones de sequía con las que nos vamos a encontrar dentro de unos años dado el clima mediterráneo que tenemos, no es compatible mantener el riego de los campos de golf”.
La consultora en cambio climático para la ONU Iliana Cárdenes, presenta el uso del agua como uno de los principales problemas a plantear. “Es el costo número uno de los campos de golf”, explica. “También la introducción de especies invasoras. Suelen traer plantas que son bonitas pero que consumen muchísima agua. Habría que ver qué especies van a traer, si son del ámbito de Madrid o no”.
Actualmente existen 31 campos de golf en la Comunidad de Madrid, a los que hay que sumar siete proyectos nuevos. Esto supone un consumo de entre 13 y 16 hectómetros cúbicos de agua. “Ha habido años en los que los madrileños hemos tenido cortes en los abastecimientos debido a la sequía. Sin embargo, los campos de golf han seguido regándose con total normalidad”, denuncia Urquiaga.
Iliana Cárdenes también advierte sobre los peligros de erosión. “Si se quita la vegetación natural y se pone césped, la erosión que sufre la tierra es mucho mayor”, comenta Cárdenes. Además, apunta una posible solución: “hay que asegurarse de tener plantas y árboles con raíces que aseguren que la tierra se quede compacta”.
Si la Consejería de Medio Ambiente decide darle viabilidad al proyecto los ecologistas se plantean llevarla ante los tribunales. “Claramente, en las condiciones en las que está actualmente, el proyecto vulnera la ley de protección y fomento de la Comunidad de Madrid”, dice Urquiaga.
Por su parte, y desde 2008, el Comité Europeo de todas las asociaciones de campos de golf se encuentra comprometido con las directrices que llegan desde Bruselas en torno a: el uso y calidad del agua, pesticidas y fertilizantes, y la protección de la biodiversidad. Algo que, para los ecologistas, se vulnera especialmente en la Comunidad de Madrid.
Este medio se ha puesto en contacto con el Real Club de la Puerta de Hierro y no han querido prestar declaraciones sobre el proyecto.
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